jueves, 15 de diciembre de 2011

Sweezy. Crisis capitalistas: almacenes llenos, estómagos vacíos

Hemos oído muchas veces que el sistema capitalista es un sistema de contradicciones. En el capítulo de Sweezy Naturaleza de las crisis capitalistas se pone de manifiesto una de estas contradicciones; para mí, la más ridícula: crisis de sobreproducción. ¡¡Sí sí, DE SOBREPRODUCCIÓN!! La lógica (es curioso cómo las palabras se ríen de nosotros, y para explicar algo con tan poco sentido tengo que utilizar ese término) del proceso es la siguiente:
Interrupción de la circulación: existencias de mercancías invendibles> necesidades insatisfechas> crisis de sobreproducción.
Es decir; existen materias primas, existe un trabajo, existen unas necesidades de consumir lo producido (demanda), pero sin embargo se da una situación de sobreproducción. Los almacenes están llenos y los estómagos vacíos.
Desde un punto de vista más técnico voy a intentar explicar, a grosso modo, lo que nos expone Sweezy como la razón de la propensión de la lógica capitalista a las crisis.

Hay que partir de la premisa básica: la causa de las crisis hay que buscarla en la interrupción de la circulación del dinero. A produce y vende, pero no compra a B. éste último, al no vender lo que produce, no puede comprar a C, quien a su vez deja de comprar a D y así sucesivamente. Es en este momento en el que la “crisis de sobreproducción” toma su nombre, puesto que coinciden mercancías sin vender con necesidades insatisfechas.

El modo de producción pre-capitalista o modo de producción simple sigue el siguiente esquema: M-D-M (mercancía-dinero-mercancía).
 Bajo este modelo, es igualmente posible la interrupción de la circulación del dinero. Lo que ocurre es que normalmente esta interrupción vendrá originada por causas externas al ciclo económico: por guerras, pestes, malas cosechas, etc…
Añadiremos que, a pesar de denominar este modo de producción como pre-capitalista es el esquema que utiliza y seguirá utilizando el trabajador: tiene una mercancía, su fuerza de trabajo, que vende al capitalista a cambio de dinero, que es su salario, y con éste adquiere otras mercancías para satisfacer sus necesidades. El dinero, por tanto, para el trabajador es un medio, no un fin. Le mueve el valor de uso.

El modelo de producción capitalista sigue otro esquema: D-M-D’ (dinero-mercancía-dinero’). Es decir, invierte dinero para producir una mercancía y venderla a un precio más elevado de lo que era en su origen para obtener más dinero o beneficio. Hay que tener en cuenta que la inclinación natural del capitalista es producir beneficios para sí mismo, entra en su propia definición.
Teniendo en cuenta esto, podemos entender fácilmente que si la tasa de ganancia ordinaria (beneficio) se ve reducida (no digamos ya que la tasa se vea en negativo), el capitalista tenderá a una reducción en sus operaciones. Quizá buscará una industria alternativa que le reporte una tasa de ganancia superior a la ordinaria, e incluso podría lograrlo. Sin embargo, esto no quiere decir que vaya a hacer nuevas inversiones inmediatamente; de no ser así, caso más que probable, el capitalista ya está provocando una interrupción en la circulación del dinero. Más aún; si la tasa de ganancias que el capitalista tiene por ordinaria desciende en casi todas o todas las industrias, de nuevo el potencial inversor permanecerá con su dinero debajo del colchón, sin ponerlo a circular. Es decir, incentivando una crisis de sobreproducción.

Por lo tanto, podemos concluir con que el modelo de producción capitalista posee unas características que hacen que sea inherente en él la existencia de asiduas crisis.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Lolita, de Nabokov

He elegido  como una de las lecturas el libro de Nabokov, Lolita. Como en infinidad de casos, desafortunadamente, la película que versiona la obra literaria se hace más famosa que ésta. La imagen que tenía de la creación del ruso era un vago recuerdo de la película dirigida por Kubrick; vago porque la vi hace aproximadamente quince años. Por eso, en parte, decidí conocer esta obra tan famosa de la literatura del Siglo XX.
Nos encontramos en sus páginas con el retrato de la obsesión de un hombre; un europeo, estudioso de la literatura inglesa y francesa emigrado a los Estados Unidos con ciertos problemas psicológicos. Y, lo más importante en el desarrollo de la historia, amante de la belleza femenina en sus años previos del paso a la pubertad (habrá quien diga que decirlo así es un puro eufemismo de la palabra pederasta). Dando trompicones por el país norteamericano, recae en una casa en la que alquila una habitación, no de forma totalmente inocente, en la que vive una viuda de cierto atractivo y mediana edad con su hija de doce años, mucho más atractiva para el protagonista, llamada Lolita.
Aquí empieza la obsesión de Humbert, por la hija de la dueña de la casa en la que vive. Accede a casarse con la madre de Lolita sólo con la intención de tener a la niña ceca para saciar sus oscuras intenciones, si bien de una forma que preserve la inocencia de la nínfula (forma con la que denomina a las niñas preadolescentes que considera más bonitas) narcotizando en la noche tanto a la madre como a su nínfula.
De forma fortuita la madre descubre las intenciones de Humbert, y en la confusión del momento la dueña de la casa es atropellada mortalmente al cruzar la calle.
Humbert y Lolita emprenden un viaje sin destino concreto a  lo largo y ancho de todo el país, ya como amantes.
Tras recaer en una pequeña ciudad durante un tiempo en el que Lolita vuelve a la escuela, con la consecuente socialización de la niña, vuelven a la carretera en un nuevo viaje después de que la relación entre ambos se haga insoportable, cargada de celos y sospechas por parte del padrastro. En este nuevo viaje les va a la zaga un misterioso personaje, que aprovecha una situación para llevarse a Lolita lejos de Humbert con la complicidad de la nínfula, situación que atormenta al obsesivo protagonista, que emprende una desesperada e infructífera búsqueda de los amantes fugados.
Después de una relación con una mujer de vida incierta, y sin dejar de buscar a su Lolita, Humbert recibe noticias de ésta pidiéndole dinero para irse con su marido a Alaska en pos de una oportunidad de trabajo. El protagonista no tarda en encontrar a su hijastra y hacerle una breve visita en su casa, con su joven marido (sin relación alguna con el hombre que se llevó a la niña). Tras un tímido intento de persuadir a Lolita, embarazada, de que vuelva con él, la convence para que le diga quién fue su secuestrador para localizarle y asesinarle. Resulta ser una persona cercana al ámbito de la joven en la ciudad donde se convivieron con la difunta madre.
El europeo no duda en buscarle y le encuentra con gran facilidad dónde vive. Tras una breve entrevista con él, le asesina. Abandona la casa, coge el coche, e, inmerso en un grácil delirio, comienza conducir de una manera imprudente y enloquecida. Finalmente le da caza la policía.
Es ejecutado por el asesinato cometido, y Lolita muere al dar a luz.

La obra relata la obsesión que Humbert sufre hacia Lolita. Pero no es sólo eso; expresa una fatalidad innata de las mujeres, encarnada en la actitud malévola de la niña que, sabedora del poder que ejerce sobre el protagonista, explota de una forma cruel.
Pone sobre el papel la postura de un pederasta, y los posibles argumentos para que esa conducta se la pueda considerar como aceptable; tenemos que tener en cuenta que el narrador es el propio Humbert, por lo que su punto de vista se sobrepone al de cualquier otro.
El alcohol esta muy presente en la vida cotidiana del narrador; el autor lo introduce de una forma magistral, puesto que no le da el dramatismo ni el juicio de valor que se le da por hecho a la conducta del bebedor.
Otro aspecto magistral que pone de manifiesto el autor de su estilo es que sin mencionar las cosas explícitamente, el lector logra comprender sin ningún esfuerzo la idea que pretende. De hecho, a pesar de que la inmensa mayoría de la gente que ha escrito sobre esta obra la tilda de erótica, en ningún momento se narra ninguna situación de este tipo; lo que más se acerca a algo erótico son situaciones que simplemente deja entrever la pasión y lascivia que siente el protagonista hacia la Lolita, sin mostrarse explícito en ningún momento. Podríamos decir que Nabokov se limita a sugerir más que a describir, y de una forma más que discreta; no aparece un solo atisbo de obscenidad a pesar del tema de la obra.
También es notoriamente meritorio cómo el escritor ruso convierte al personaje teóricamente repugnante en el bueno de la historia; a pesar de su postura de degenerado y obsceno  el lector le tiene cariño al pederasta, desea que éste consiga lo que quiere. Crea una ínter subjetividad más que notable entre las piezas claves de las historias: el personaje y el que imagina al personaje.
Curiosamente, lo que más me ha gustado del libro es una nota aclaratoria del autor al finalizar la obra propiamente dicha en la que, en cierto modo, se defiende de las posturas más conservadoras que consideran inmoral y/o inaceptable la historia. Al leerlo uno se da cuenta de que se ríe de sí mismo, de su obra, de los críticos y de los editores. Esta parte explica el falso prólogo que propone el autor.
Quiero resaltar una interpretación que recoge el propio autor en esta curiosa nota llamada Sobre un libro llamado “Lolita”. En ella se ve la magnífica obra como “el viejo mundo que pervierte el nuevo mundo”, con todo lo significativo y lo que encierra la frase; recuérdese que la obra se desarrolla en los Estados Unidos y que el protagonista es europeo.

sábado, 3 de diciembre de 2011

La Eneida

La obra que he elegido para el ejercicio es La Eneida, de Virgilio. A pesar de ser incapaz de retener parentescos, incluso nombres, y roles de los personajes, me apasiona la mitología griega (y romana), así como el mundo de la Roma Clásica. Por todo esto, decidí que, tras haber leído La Iliada y La Odisea, era casi un deber para conmigo “cerrar” esta historia y descubrir cómo confecciona Virgilio su poema para encontrar las raíces de Roma en una descendencia Troyana.

La historia comienza la famosa noche en la que “ardió Troya”; los aqueos salen de su caballo y, ayudados por un soldado griego supuestamente perseguido por un jefe aqueo, que pide asilo en la ciudad, y por la propia Helena, abren las puertas de Ilión y permiten la entrada del ejército invasor.
Eneas, un prominente ciudadano troyano, e hijo de Venus (afrodita en la mitología griega, pero recordemos que Virgilio es romano), salta de su cama despertado por el fragor de la lucha que se está trabando en toda la ciudad y no duda en lanzarse a la contienda causando estragos en las tropas griegas, pero la ciudad está perdida. Vuelve a su casa y, tras una oración de su padre Anquises, recibe una señal inequívoca de Júpiter (Zeus) animándoles a dejar la ciudad, cosa que hacen acompañados de un grupo de ciudadanos.

Tras la huida, pasan por el templo de Apolo, cuyos oráculos les vaticinan la fundación de una ciudad donde ya moraron sus antepasados. Esto da lugar a la fundación de Pérgamo. Pero al poco tiempo sobreviene una peste, y en sueños se le revela a Eneas que las tierras donde está predestinado a fundar su nueva ciudad se encuentran en Hesperia (Italia), lugar de origen del antepasado troyano Dárdano.
Continúan, pues, su viaje, y les es vaticinado por otras fuentes acontecimientos futuros en el mismo sentido, añadiéndoles una cruel guerra en tierras itálicas previas a la fundación de la nueva Troya, y aconsejándoles que visiten a la Sibila cuando lleguen. Entretanto acontece la muerte del padre de Eneas, el anciano Anquises.

La cruel Juno, esposa de Júpiter, mantiene su odio hacia los troyanos incluso después de su derrota. Y sabedora de la gloria a la que están llamados –son los futuros fundadores de Roma- intenta por todos los medios, hasta el final, evitar los designios que les están reservados. Así, apela a Eolo para que la flota de los huidos se pierda o se hunda. A pesar del enfado de Neptuno, dios del mar, consigue que la flota se divida en dos, pero el hermano de Zeus, dado su enfado, les permite llegar a las costas de Libia.
Allí reina Dido, una viuda exiliada de Tiro. Ante ella van los dos grupos de troyanos para pedir su hospitalidad, reencontrándose los compatriotas para su dicha. Venus, la madre de Eneas, temerosa de que Dido dispense un mal trato a su hijo, le encomienda a Cupido que tome la forma de Iulo, hijo de Eneas (este Iulo se supone ascendente de la familia Julia, se puede apreciar el parecido del nombre, y es en lo que se va a basar Julio César siglos después para legitimarse como divino, descendiente directo de Venus) para acceder a Dido y hacer que se enamore del caudillo troyano, asegurándose así la seguridad de su hijo. Su amor se materializa en un día lluvioso de cacería, en una cueva, tras el acuerdo entre Venus y Juno para que Eneas corresponda al amor de la reina libia permaneciendo juntos en el país de ésta; así Venus se aseguraría de que su hijo no correría más peligros y Juno de que éste no consiguiera la gloria que le estaba predestinada.

Entonces Júpiter, tras saber de esta treta urdida por su hija y su esposa, y temeroso de que Eneas no complete el viaje que materializaría sus designios, manda a Mercurio para que le recuerde su destino. Éste, con gran pena por el amor que le tiene a Dido, lo acepta, y tras comunicar la funesta noticia a la reina parte en busca de la esperada Italia. La reina, incapaz de soportar la pena y la humillación, se suicida.

La expedición se detiene en Sicilia, donde se realizan juegos. Pero la malévola Juno, siempre urdiendo contra los dárdanos, envía a Iris en forma de una anciana troyana para que promueva entre las mujeres la idea de que tienen que dejar de viajar, y las insta a quemar las naves. Acuden los hombres y Júpiter concede a Eneas la petición de acabar con el incendio.
Recomendado por su padre Anquises en  sueños, Eneas decide permitir establecerse en al isla a los que no deseen continuar con el viaje, y a la vez el anciano insta a su hijo a que le visite en el Averno, el mundo de los muertos.

Así, decide continuar el viaje el valiente Eneas, dirigiéndose a visitar, como se le había aconsejado, a la Sibila. Llegando al templo, se le profetiza la victoria en una cruenta guerra antes de la fundación de la ciudad.
El dárdano aprovecha la oportunidad y le pide ayuda a la Sibila para, siguiendo el mandato de su padre, acceder al Averno. Tras las instrucciones dadas por la Sibila, este le acompaña al inframundo.
Cruzan la Estigia con Caronte, y allí puede encontarse con héroes de la guerra como Héctor. Se adentran en la zona donde moran las almas bondadosas para buscar a Anquises, y allí le encuentran. Este, tras un rencuentro entrañable, le advierte que las almas buenas vuelven al mundo de los vivos reencarnados, y le muestra estos futuros personajes, tales como César, el propio Augusto (protector en cierto sentido del autor de la obra, Marcelo…) Eneas regresa del Averno, con algunas indicaciones de su padre para la guerra que se le vaticinó en Hesperia.

Sigue el viaje, y llegan a las vegas y el bosque del Tíber, por fin a la tierra prometida. Allí se asienta un pueblo, cuyo rey, Latino, tiene una hija, llamada Lavinia. Se produjo un augurio que vaticinaba que su hija había de casarse con un extranjero que vendría por el mar. Sin embargo, la princesa estaba prometida a otro rey de la zona, el belicoso Turno.
Latino, confiante en su augurio, ve con buenos ojos la unión de su hija con Eneas, al que recibe en su palacio. Allí acuerdan que los troyanos se asienten en aquellas tierras.

Juno, hastiada por la buena estrella del caudillo dárdano, envía a Alecto, erinia (o furia) encargada de castigar los delitos morales, para promover la guerra de los pueblos ítalos contra los troyanos; primero hechizando mediante una picadura de serpiente a la esposa de Latino, la reina Amata, para que esta convexa al rey de que mantenga el enlace programado con Turno, pero este no cede. Entonces la reina se lanza fuera del palacio a poner en contra a las mujeres contra el extranjero, argumentando que éste sólo traerá la guerra y la muerte a sus hijos. La erinia insufla también el odio a Turno, precipitando así la guerra entre dárdanos y rútulos (la alianza de pueblos ítalos). Venus, previendo la cruel lucha que había de producirse, le suplica a su marido Vulcano que fabrique para su hijo un escudo, espada y yelmo. Este sucumbe a las súplicas de su esposa y fabrica unas armas espectaculares para Eneas, con representaciones del futuro de los romanos, apareciendo en ellas figuras como Escipión y Julio César.

Eneas traba una alianza con uno de los pueblos dárdanos, los Palanteos, por recomendación directa del dios Tíber, dejando el campamento dárdano.
Las tropas rútulas atacan el campamento troyano, por tanto, en ausencia de su caudillo Eneas. Estos, siguiendo las indicaciones del hijo de Anquises, se defienden tras su empalizada, y Turno decide aprovechar para quemar sus naves para que los invasores no puedan escapar, pero la diosa Rea convierte los barcos en Ninfas. Estas, en el viaje de vuelta de Eneas al campamento, le advierten del cerco de los rútulos a sus compatriotas, con lo que el caudillo se da prisa en llegar a la batalla. Al llegar se traba una feroz batalla en la que muchos de ambos bandos pierden la vida, pero al ver que la situación se decanta para los troyanos, Juno se mete en la contienda con el aspecto de Eneas para confundir a Turno; este le sigue a un barco, engañado, y la misma Juno hace que la nave zarpe, alejándole de la batalla y evitando así que perdiera la vida.

Después de la batalla, algunos rútulos empiezan a plantearse cederle las tierras que se le prometieron a Eneas y darle la mano de Lavinia, pero Turno se opone frontalmente.

Las partes en lid acuerdan que la guerra se dirima en un enfrentamiento directo entre los dos líderes, Eneas y Turno. Juno, sabedora de la inferioridad de su protegido, urde una nueva estratagema para salvaguardar la vida de Turno y con ella la esperanza de que se cumplan los augurios de grandeza para los troyanos: manda a la hermana de Turno, con la apariencia de un veterano soldado rútulo, a insuflar vergüenza a los demás soldados por no batirse en batalla contra los extranjeros, provocando así el incumplimiento de los pactos y provocando una batalla general.

Tras varios avatares de la batalla en los que la hermana de Turno sigue protegiendo a éste, Eneas es herido y curado por inspiración de Venus, el suicidio de Amanta tras pensar que Turno había muerto… Júpiter se encara a Venus para decirle que le queda prohibido intervenir más en la guerra. Esta acepta, bajo la condición de que, tras la unión entre los troyanos y los latinos, el nombre de los extranjeros se pierda en el tiempo y lo engulla la historia. Tras esto se produce el enfrentamiento definitivo entre Eneas y Turno, del que sale victorioso el caudillo dárdano dándole muerte al líder rútulo.

El poema está inacabado. De hecho, el autor pidió que a su muerte, se prendiera fuego a su casa con toda su obra dentro. Augusto, a la muerte de Virgilio, no permitió que La Eneida fuera pasto de las llamas y mandó que se recuperara la obra antes de que se obedeciera la  voluntad del genial escritor.
Se trata de una obra que, aun carente de un gran rigor histórico, tiene un increíble valor si tenemos en cuenta que es uno de los pilares, junto con La Iliada y La Odisea, de la cultura occidental.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Las grandes verdades lo son para siempre...

"Harto fuerza dio la naturaleza al hombre si sabemos usarla, si recogemos todas nuestras energías y las excitamos a luchar en nuestro favor y no contra nosotros. El no querer es la causa; el no poder es el pretexto."
Séneca, Cartas a Lucilio

jueves, 10 de noviembre de 2011

"Ciencia y Método", por Roberto Carballo. Resumen.

1- Significado de la ciencia
Se nos va a ofrecer una explicación del significado y los objetivos perseguidos por la ciencia como una construcción que intenta explicitar la experiencia e investigaciones del autor.
Se trata de una actividad humana que basa sus éxitos en la comprensión de la Naturaleza por parte del hombre, actividad que le ayuda a acercarse a sus límites.
Así mismo, la ciencia, con su constante avance, va siendo más consciente de su limitación; sus teorías son provisionales, están sometidas a una continua revisión.
Se utiliza hoy en día como un instrumento de dominación, principalmente por dos motivos: el primero es que el mundo científico es reacio a cambiar de paradigma, y el segundo es que los científicos no se abren al mundo; anuncian sus avances mediante un lenguaje que no es accesible para todo el mundo, y además sin explicar sus métodos ni siquiera en la esfera universitaria.

2- Ciencia y progreso
El objetivo de la ciencia es explicar la Naturaleza para poder servir de base a la “acción progresiva que conduzca al hombre al ideal de libertad”, para hacer al hombre libre.
Sin embargo, la ciencia está encerrada en sí misma mediante el establecimiento de criterios de demarcación de lo científico; es decir, crea criterios para que el desarrollo de un conocimiento se le pueda considerar como ciencia o no. Este comportamiento carece de sentido y conlleva formas dogmáticas de la concepción de la ciencia.
Se puede considerar en su vertiente positiva, es decir, como un intento sistemático y acumulativo de comprensión de la realidad; o en su vertiente negativa, como elemente absorbente y canalizador de esa comprensión con fines de dominación social.

3- Ciencia y Concepción del Mundo
Se considera una Concepción del Mundo como un conjunto de creencias o principios inspiradores, como una forma de mirar e interpretar los acontecimientos y el funcionamiento del mundo. Sin embargo, no se le considera una como una forma de conocimiento en el sentido que lo es la ciencia positiva. Son, dicho de una forma sencilla, formas de entender el mundo; al igual que la ciencia, pero siendo esta la forma más sistemática. Hay que decir, sin embargo, que son inspiradores de la ciencia estas concepciones del mundo.
Y hay que decir, además, que el objetivo y los resultados de la ciencia son también una concepción del mundo, “ya que se nutre de los sistemas de ideas vigentes para construirse.”

Lo principal en la ciencia es el método; sus resultados son esquemas provisionales. El método científico es la base acumulativa sobre lo que se desarrolla la ciencia. Y el propio método está en un constante proceso de desarrollo y transformación.

4- Método e Ideología
El método no es ajeno a la ideología, no están aislados el uno de la otra. La ideología influye en todas las etapas de la investigación; “la comprensión científica de la realidad incorpora un componente ideológico (…) Esta influencia se acentúa sin duda en las ciencias sociales y el la economía en particular”.

5- Etapas del método científico
Antes de empezar a describir las etapas, al investigador se le supone espíritu de observación, capacidad de abstracción, fantasía creadora e intuición a lo largo de todo el proceso de investigación.
1ª- Es imprescindible poseer unos conocimientos teóricos previos al inicio de la investigación; tener en cuenta (lo que supone conocer) el marco paradigmático, la influencia  ideológica (la concepción del mundo), el componente psíquico que motiva la investigación… Todos estos aspectos anteceden al inicio de la investigación propiamente dicho, pasando a formar, por consiguiente, parte de ella.
2ª- Le sigue una observación de la realidad, una observación de los hechos.
3ª- Se continua con un proceso inductivo que intente describir y clasificar los datos recogidos para hacer una formulación provisional de alguna hipótesis o teoría desarrollado de forma deductiva, desechando los datos que contaminen o no sean útiles para la investigación (es decir, una revisión) que nos conduce a una nueva síntesis teórica más clara y precisa, que se acerca más a la intención del investigador.
4ª- Se procede a un proceso de contraposición intersubjetiva; se le presenta, en un lenguaje propiamente formalizado, a la comunidad científica de ese ámbito como un todo estructurado.

6- Método de Investigación y Método de Exposición
Se requiere, antes de la exposición de resultados de una investigación, de un gran conocimiento y en detalle del conocimiento adquirido en la investigación.
Dicha exposición sólo podrá ser posterior a la etapa de la primera formulación de hipótesis y teorías a partir de los conocimientos previos a la observación de la realidad.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

"El mecanismo de la investigación científica", por Gino Longo. Resumen.

Se trata de un texto que pretende explicar el proceso mismo y desarrollo de la investigación científica. El autor, Gino Longo, tras advertirnos de que el conocimiento tiene que empezar irremediablemente a partir de los hechos y su observación, y que la tarea de la investigación científica consiste en interpretar la “verdadera esencia” de los fenómenos ambientales, nos enumera lo que considera las etapas del trabajo científico, las cuales paso a enumerar y describir superficialmente:

La primera etapa de la investigación científica consistiría en una observación de los hechos, evidenciando lo más importante, significativo y relevante para la investigación en cuestión.
La segunda etapa sería la formulación de hipótesis, basadas en lo anteriormente observado, para explicar estos mismos hechos encontrándoles un sentido lógico y coherente. Para esta etapa se nos recalca la importancia de una “ardiente fantasía creadora”, es decir, una capacidad imaginativa que nos permita formular esas hipótesis, y crear mentalmente aquello que se quiere alcanzar. Además, esta imaginación debe complementarse con una intuición para que el pensamiento analice las versiones mentales más verosímiles y racionales.
La tercera etapa es necesariamente la comprobación de que las hipótesis lanzadas concuerdan con la realidad de los hechos mediante una nueva observación del acontecimiento estudiado; esto es el único criterio para la comprobación de la verosimilitud de la hipótesis. Es preciso un fuerte espíritu de autocrítica.
Como cuarta etapa se nos señala las modificaciones pertinentes tras la etapa de comprobación anterior.

Dejando atrás las etapas, se nos plantea un análisis de la dicotomía entre la elaboración teórica (conceptualización de fenómenos y formulación de relaciones hipotéticas verificables) y la observación de los hechos (el análisis); estas dos tienden a complementarse, pero no coinciden. La ciencia no puede basarse en la sola teorización ni en la sola investigación empírica. Los dos elementos deben interactuar en el proceso de investigación científica, en mayor o menos medida dependiendo sobre todo del momento en que se encuentre la investigación.
Siguiendo con la relación entre estos dos elementos se nos presenta otro problema teórico: ¿la investigación ha de partir de una formulación teórica o de un análisis empírico? El autor nos dice que, a pesar de que pueda parecer extraño, a de partir de la elaboración de de una “visión global de la realidad” para después pasar a un análisis de los hechos empíricos; “de las ideas debe pasarse al control experimental”. El autor lo justifica de la siguiente forma: el científico, al comenzar la investigación, ya posee una cierta cantidad de conocimientos referentes al tema en cuestión, cierto “bagaje de conocimientos y observaciones empíricas”. Además, continúa el autor, “el hecho de dedicarse a una investigación científica presupone ya un cierto interés teórico.”

Otro aspecto del proceso de investigación científica es el que nos plantea Gino Longo: partiendo de que el trabajo científico de un investigador está siempre integrado en un marco de investigación más grande y colectivo, ¿cómo se convierte de investigación individual a colectiva?
La respuesta está en que el investigador individuo se apoya en conclusiones y elaboraciones desarrolladas por otros científicos, siendo partes de su propia investigación; y a su vez, el trabajo del investigador individuo será utilizado por otros científicos inmersos en el estudio de ese marco colectivo.

Hay que destacar también la idea del autor que supone la existencia de dos consecuencias sacadas de toas las características vistas del proceso de conocimiento:
La primera es que, de forma irremisible, para poder utilizar resultados de investigación de otros científicos tenemos que haber iniciado ya nuestra elaboración propia.
La segunda es que cada investigador debe crear su propio sistema conceptual, ya que los conceptos generales y conocidos por todos evolucionan con la historia.

De todo lo dicho anteriormente se puede sacar que:
+Toda ciencia tiene un objeto de investigación concreto.
+Toda ciencia utiliza un determinado método de investigación.
+Toda ciencia, al aplicar un determinado método de investigación, da una determinada visión científica de la realidad.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Noticia: Cómo topar el dinero público que va a empresas privadas

Latinoamérica limita lo que los gobiernos dan cada año al sector privado en contratos de obras públicas SUSANA R. ARENES MADRID 07/11/2011 08:00 Actualizado: 07/11/2011

A nadie se le ocurriría pensar que países con un gran desarrollo por delante en infra-estructuras, como Uruguay, podrían tener algo que enseñar a España y a sus constructoras, que son las primeras empresas del mundo en este campo. Pero sí. Por ejemplo, cuál es la fórmula para seguir invirtiendo en carreteras, ferrocarriles o aeropuertos (un motor para crear empleo) teniendo cada vez menos dinero y, aquí está la clave: sin endeudar durante décadas a los futuros gobiernos hipotecando, así, el destino del dinero que pagan los ciudadanos en impuestos.
El nuevo Ejecutivo que salga del 20-N deberá replantearse el modelo de infraestructuras que quiere para el país después de una década de grandes inversiones, sobre todo en AVE, y con la obligación que impone Bruselas de austeridad en los presupuestos para cumplir con el déficit. La realidad es que, aunque este año Fomento invertirá más del doble que el año pasado (3.600 millones en todo 2010), las cifras quedarán lejos de los 9.000 millones de 2009. Y 2012 será peor, temen constructoras y expertos.

Límites anuales

España estaba en la vanguardia en concesiones de infraestructuras. Pero ha tenido fracasos, como las autopistas radiales de Madrid, al borde de la quiebra. Ahora, se está quedando atrás. La prueba es que países de Latinoamérica, como Uruguay o Colombia, han aprobado leyes para poner topes al dinero que cada año pueden destinar los gobiernos a pagar estos contratos con empresas privadas. En Uruguay, es el 0,5% del Producto Interior Bruto, como explica su ministro de Transporte, Enrique Pintado. Es una lección que España deberá apren-der, apuntan los expertos.

domingo, 6 de noviembre de 2011

"Qué es una concepción del mundo", por Manuel Sacristán, en el Antidüring de Engels. Resumen.

Se nos presenta un texto en el que, de forma inductiva, se nos quiere explicar el sentido y el significado de la dialéctica materialista (o así he interpretado yo el texto, como una sucesión de aclaraciones teóricas para llegar al final del mismo en condiciones de comprender dicho concepto). Por lo tanto, a la hora de resumir el texto, lo haré de forma paralela al desarrollo que hace el autor.

Inicia el desarrollo del texto explicándonos el concepto de concepción del mundo, y se nos presenta como un conjunto de creencias o principios inspiradores de la vida cotidiana, “que dan razón de la conducta de un sujeto”. Personalmente, lo he entendido como un término muy afín a “episteme”; a una forma de mirar e interpretar los acontecimientos y el funcionamiento del mundo. Se nos dice además que tales principios o creencias forman parte de nuestras formas de vida  y de nuestras culturas, están integrados explícitamente.

Pero bien, lo más importante de la acepción es que una concepción del mundo “no es conocimiento en el sentido en que lo es la ciencia positiva.”

Sin embargo, es de gran importancia en el entender la relación entre la concepción del mundo y la ciencia positiva:

En el ámbito grecorromano, las concepciones del mundo, que son expresadas principalmente mediante sistemas filosóficos, pretenden ser un conocimiento real del mundo, con la misma positividad de la ciencia. El fracaso de esta pretensión se materializa en el Siglo XIX, principalmente por la “constitución de del conocimiento científico positivo de la Edad Moderna”, que se caracteriza por su intersubjetividad y “por su capacidad de posibilitar previsiones exactas”. Estos dos rasgos le dan al hombre una seguridad y un rendimiento considerables: este conocimiento científico-positivo destrona entonces a la filosofía sistemática tradicional.

“La concepción del mundo (sin embargo) contiene afirmaciones sobre cuestiones no resolubles por los métodos decisorios del conocimiento positivo”.

No obstante, se puede decir, según el texto, que la concepción del mundo y el conocimiento científico-positivo se retroalimentan, influyen recíprocamente el uno en el otro: la concepción del mundo intenta construirse de acuerdo con los resultados del conocimiento científico-positivo, y a su vez, la concepción del mundo inspira al conocimiento científico-positivo.



La concepción marxista del mundo

Los elementos fundamentales de la concepción comunista del mundo son dos: el materialismo y la dialéctica.

El texto salta hacia delante y comienza con el análisis de la concepción marxista del mundo, es decir, la concepción materialista y dialéctica del mundo, según Engels.

 Rechaza factores idealizados y no reconocidos en la conducta humana; “aspira a terminar con la obnubilación de la consciencia”, pretende llegar a ser una concepción explícita del mundo.

Esta concepción marxista, se sabe eso, una mera concepción, y sabe que no está por encima de la ciencia.

Materialismo: Más adelante se nos descubre la explicación de inmanentismo; la explicación de los fenómenos se debe buscar en otros fenómenos, en el mundo, “no en instancias ajenas o superiores al mundo”, (muy positivista), y se nos afirma poco después que el materialismo es, en sustancia, el anunciado del inmanentismo.”

Por todo esto, el materialismo se desarrolla a través de la ciencia positiva basada en una metodología analítico-reductiva; esto es: un análisis que busca cuantificar, manejar magnitudes, intentar “hacer medibles” todos los elementos de la realidad. Este método permite: el planteamiento de preguntas muy exactas y previsiones precisas, y posibilita la formación de conceptos más adecuados a la larga.

Sin embargo tiene la contrapartida de que, al despreciar el conocimiento cualitativo de los fenómenos, los conceptos de la ciencia son muy generales, y formulados así mismos por generalidades (o leyes). En consecuencia, “se pierde una parte de lo concreto”; o sea: “los “todos” concretos y complejos no aparecen en el universo del discurso de la ciencia positiva”.

Dialéctica: contrariamente, el “pensamiento dialéctico es precisamente el de las totalidades concretas”; una concepción del mundo, como ya hemos visto, tiene que ofrecer una comprensión de una totalidad concreta. Por lo tanto, la dialéctica, en tanto concepción del mundo, tiene que dar  ese tipo de respuestas, ofrecer esa comprensión de la totalidad.

Con todo esto, podemos concluir que “la tarea de una dialéctica materialista consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo”.

"Características del conocimiento científico", de Gino Longo. Resumen.

El texto parte de una definición que hace Schumpeter de la ciencia, en la que afirma que “es ciencia cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos conscientes para perfeccionarlo (…)” , y a continuación se nos asegura que este autor pertenece claramente a una tendencia empirista e idealista.

Sobre esta base, el autor del texto, Gino Longo, nos va a intentar convencer a través de lo que él considera tres aspectos fundamentales del conocimiento científico de que el análisis correcto de la realidad y de lo que es ciencia ha de hacerse desde un punto de vista marxista.

 El primer aspecto fundamental del conocimiento científico es que, éste, no sólo debe describir la realidad, sino que también tiene que explicarla. La ciencia debe reconstruir idealmente el esquema de desarrollo de la realidad; debe esquematizar la realidad (en la mente o en un abstracto) explicando todos sus elementos.

El segundo aspecto fundamental es la idea de que “la condición indispensable para que exista un verdadero conocimiento científico es la exigencia de que la realidad objetiva sea explicada a partir de ella misma, sin introducir momentos, elementos o explicaciones que no pertenezcan a la realidad”. Por lo tanto la realidad se debe explicar y comprender partiendo de ella misma, bajo sus premisas y reglas. Esto es lo que distingue a la ciencia de conceptos distintos pero susceptibles de entremezclarse con ella, como puedan ser las ideologías, las creencias… Esta interpretación conduce a un materialismo filosófico:

Ya que “el concepto de materia sólo puede tener un significado: el de realidad objetiva que existe con independencia de la conciencia humana”, el marxismo se puede considerar como “la primera concepción del mundo basada total y exclusivamente en la ciencia”, puesto que una filosofía científica ha de basarse en el estudio de una realidad objetiva “tal como es y explicarla partiendo de ella misma.”  Se puede considerar, por tanto, que el marxismo “es un materialismo filosófico (…) llevado a sus últimas consecuencias.”

El tercer aspecto  es la idea de que el conocimiento científico no es un bien en sí mismo; es medio para modificar la realidad de acuerdo con las apetencias o necesidades del hombre. Derivado de este aspecto, el autor nos dice que el conocimiento y la praxis están innegablemente ligados. Podemos esquematizar esta relación en la frecuencia siguiente: actividad cognoscitiva cognición e interpretación de la realidad praxis destinada a modificar tal realidad.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Los políticos ya ni disimulan para reirse de la gente...

Camps y Fabra inauguran el aeropuerto de Castellón sin aviones

La instalación aún no tiene permiso para la navegación aérea ni plan de vuelos

MARÍA FABRA - Castellón - 25/03/2011
El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, han inaugurado esta mañana el Aeroport de Castelló, pese a que aún ni siquiera se ha solicitado la autorización para la navegación aérea. Más de 1.500 personas, llegadas en una treintena de autobuses fletados desde distintos municipios de la provincia, han sido testigos de las palabras de Fabra, que ha afirmado que "hoy empieza la transformación socioeconómica de Castellón". La construcción del puerto, en el siglo XIX, y la de la universidad, en el siglo XX, han sido los otros hitos con los que ha comparado la apertura de estas instalaciones, para las que, sin embargo, no hay fecha de puesta en marcha. Fabra ha justificado la inauguración porque, en su opinión, dará oportunidad a los ciudadanos de visitar en los próximos meses con tranquilidad las instalaciones, como si fueran una atracción turística.
Francisco Camps, por su parte, ha hablado de progreso, dignidad y capacidad, en un tono eufórico, y ha sostenido: "Lo que nos diferencia a los valencianos es que no nos hemos resignado nunca, ni hemos esperado a que hagan las cosas por nosotros". Ambos, Camps y Fabra, han asegurado que en política se está "para servir".
Tras el acuerdo alcanzado el miércoles, el aeropuerto de Castellón, con un coste de algo más de 150 millones de euros, será gestionado por la sociedad pública Aerocas, que será la que costee las pérdidas de la concesionaria, que ha ejecutado el proyecto y que explotará los servicios en tierra.

Carlos Fabra: "Hay quienes dicen que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones, no han entendido nada. Durante mes y medio cualquier ciudadano que lo desee podrá visitar esta terminal o caminar por las pistas de aterrizaje, algo que no podrían hacer si fueran a despegar o a aterrizar aviones"